El origen de la yerba mate se encuentra en la región de América del Sur, específicamente en los territorios que hoy en día abarcan partes de países como Argentina, Uruguay, Paraguay y el sur de Brasil
Los guaraníes, en particular, desempeñaron un papel fundamental en la difusión y el consumo de la yerba mate. Ellos eran uno de los grupos indígenas que habitaban estas tierras y empleaban las hojas de la planta para preparar una bebida que consideraban energizante y beneficiosa para la salud. La bebida se elaboraba infusionando las hojas secas y trituradas de la yerba mate en agua caliente.
A lo largo de los siglos, su consumo se extendió y se convirtió en una tradición arraigada en la cultura de muchos países de América del Sur, especialmente en Argentina, donde cebar y beber el mate, solo o en compañía, la convirtió en bebida nacional y un elemento importante de la vida cotidiana y la sociabilidad.